lunes, 7 de mayo de 2012

El crucero 'Balmoral' hace escala en Gran Canaria tras recrear el viaje del trasatlantico Titanic entre Inglaterra y EE UU

El crucero Balmoral en el Muelle de Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria

El espíritu del Titanic sigue rondado por las cubiertas del Balmoral. El crucero de la naviera Fred. Olsen atracó ayer en el puerto de La Luz tras revivir hace apenas tres semanas la misma travesía que emprendió el transatlántico hace 100 años entre la ciudad inglesa de Southampton y Nueva York, y que entonces nunca llegó a culminarse por culpa de un bloque de hielo que llevó al fondo del mar al más lujoso barco del momento en su travesía inaugural, y la vida de 1.512 pasajeros. "La noche de la ceremonia el cielo estaba igual de oscuro y el mar en calma, como aquella noche", recordaba el director de Hotel del buque, Guy Sharp, en Las Palmas de Gran Canaria.

Las imágenes de los pasajeros ataviados con la elegante ropa de las clases más adineradas de la Inglaterra de comienzos del XX, el menú más elitista para el pasaje de primera clase y la recreación de aquel viaje de ensueño que acabó en tragedia formará ya parte de la historia del Balmoral, un crucero con bandera de Bahamas muy conocido en el puerto grancanario. Lejos de aquellos fastos del Memorial Titanic que concluyeron en Estados Unidos, el barco regresó ayer a la capital grancanaria en una nueva travesía entre las Islas, con un turismo mucho más tradicional.
En la retina de la compañía y de su tripulación quedará para siempre aquella experiencia marítima y sentimental, apta solo para clases adineradas y aquellos familiares que quisieron rendir un homenaje a sus antepasados, justo una centuria después de que se hundiera el trasatlántico con 1.512 pasajeros, y que dio lugar al nacimiento de una leyenda que se ha revitalizado en estos últimos meses.

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